Ser miembro de JCI implica decisión, pasión, dedicación, es abordar sin miedo los retos que cada día impone la sociedad.
¿Alguna vez te has embarcado en una gran idea sin saber qué emociones te traerá?
Ser miembro de JCI implica decisión, pasión, dedicación, es abordar sin miedo los retos que cada día impone la sociedad. Como miembro JCI, desde que inicié hasta este punto, puedo decir sin ninguna duda, que ha sido de gran dicha y aprendizaje; cada acción que hacemos va enfocada al cambio positivo, no sólo para nosotros como persona, sino también buscando transformar a la sociedad.
En JCI encontramos un equipo de trabajo luchador, dispuesto a hacerle frente a cualquier reto que cree conciencia.
En JCI encontramos un equipo de trabajo luchador, dispuesto a hacerle frente a cualquier reto que cree conciencia y genere alegría a los lugares y personas a los que va dirigido, disfrutando con amor y mesura cada actividad realizada para las comunidades, sabiendo que las vidas transformadas y las sonrisas recibidas no tienen comparación alguna.
Puede muchas veces causar miedo ser parte de un voluntariado, el creer que no estaremos a la altura, o el miedo a fracasar en el intento; pero cada persona natural tiene la capacidad de con una pequeña acción poder transformar su sociedad. lo que hacemos en esta organización es impulsar esos deseos de ayuda y servicio a la comunidad, en donde con el transcurso de cada actividad o proyecto se verán reflejados también los cambios individuales como personas.
JCI es una organización en donde podemos aprender a desarrollar nuestras habilidades, demostrar las ganas de crear un impacto positivo y recibir como premio a esa labor una gran gratitud eterna de parte de las comunidades y vidas transformadas. Como voluntario se está presto a aprender de cada desafío, es ir a brindar apoyo y recibir conocimiento nuevo, es saber que servir es la mejor obra de una vida y que cada labor realizada será un efecto de satisfacción y gozo al alma.